Reflectores
Reflectores para cultivo indoor
Abiertos o refrigerados, encuentra el reflector que necesitas entre una gran selección.
El reflector es la pieza clave para el buen rendimiento de cualquier iluminación: ni con el mejor balasto y bombilla conseguiríamos un buen aprovechamiento de la luz –con excepción de algunos cultivos verticales- sin un reflector que proyecte y reparta adecuadamente la luz hacia las plantas de debajo. El desarrollo de este elemento es uno de los que más I+D se le ha dedicado en busca del diseño y materiales que más se acerque al objetivo de un buen reflector: conseguir la máxima reflexión de lúmenes, con un reparto de éstos conveniente (no debe generar puntos de concentración de luz y calor) de la forma más uniforme posible e intentando disipar la mayor cantidad de calor para ganar en centímetros de cercanía a las plantas.
El resultado es una variada oferta de diseños tanto abiertos como ventilados que siempre aseguran ser el mejor y que convierten en difícil para el cultivador la elección del modelo que más le conviene.
Tipos de reflectores
Reflectores Abiertos
Cuando uno empieza su primer indoor lo más normal es que lo haga con un kit de sodio básico que normalmente incluye el reflector más común y económico: el de sección plana formado por una chapa de metal doblada en secciones formando una bóveda y un soporte donde va alojado el casquillo para enroscar la bombilla. Se encuentran en material liso espejo y marteado cuya superficie con pequeñas hendiduras impide que se produzcan puntos de concentración de luz que provocan quemaduras.
A la hora de profesionalizar los reflectores hay que tener en cuenta sobre todo el tipo de cultivo que hacemos y el lugar donde lo hacemos: no le conviene el mismo reflector a alguien que cultiva plantas de semilla en un armario ya que sus plantas serán más bien grandes y su área de cultivo estará acotada por las paredes del armario, por lo que necesitaría un reflector que tenga más capacidad de penetración hacia abajo que de difusión a los laterales (tipo Supernova o Diamond). Mientras que alguien que cultive en una habitación amplia con bandejas de esquejes de poca altura (SOG) le convendrá mucho más reflectores tipo Adjust-a-Wings que tienen un fantástico reparto de la luz hacia los laterales –aumentando la superficie cultivable- y permiten un sorprendente acercamiento a las puntas de las plantas gracias a la disipación del calor aunque no tengan demasiada penetración, cosa que no es necesaria en este tipo de sistema.
Si el indoor suele tener problemas de alta temperatura por ubicación o por cantidad de lámparas, este factor será determinante en la elección del reflector más adecuado y nuestra búsqueda se centrará en la multitud de modelos refrigerados.
Reflectores cerrados o Refrigerados
La pérdida de calor de las lámparas de sodio es excesiva y los reflectores refrigerados son un aliado perfecto para las salas o armarios donde no se consigue controlar la temperatura.
La idea es conseguir que el reflector siga mandando la luz hacia abajo a la vez que el calor se retiene en el interior del reflector que cuenta con dos bocas a los lados –de distintos diámetros según modelos-, para poder conectarlo a un extractor y conseguir aspirar el calor de la bombilla antes de que se expanda en el ambiente. Pueden llegar a reducir hasta 7 grados la temperatura respecto de uno no refrigerado y tienen la ventaja de poder conectarse en serie siempre que se acierte en el diámetros de la boca necesario y cantidad de ventilación adecuada al números de lámparas en serie (unos 200-300m3 por cada reflector y mínimo 150mm de diámetro a partir de dos en línea).
Los primeros modelos conocidos como cool tube –ya que son un tubo de cristal con una chapa de reflector acoplada en el exterior- son poco eficientes ya que la curvatura del cristal hace perder mucha refracción pero pueden ser una buena opción si nuestro armario tiene demasiado calor y la economía o permite un reflector profesional de diseño. Estos últimos modelos ya son campanas cerradas por cristal plano y con distinta tecnología de materiales y diseño en el interior para conseguir la mejor refracción.