Desde 200l/h hasta 15000l/h. Aquí encontrarás el motor de tu sistema de riego. Una bomba sumergible se encarga de succionar la solución del depósito y conducirla por el circuito de tubería conectado a la misma. Los litros/hora que deba ser capaz de mover se calculará en función del caudal y presión que se requiera en el circuito de tuberías (mucho mayor en los aspersores que en los goteros, y aún mayor en los nebulizadores de un aeropónico) la altura que deba salvar la bomba para subir el agua desde el fondo del depósito (poner cuadro), la distancia a la que se deba llevar el caudal, y el número de plantas a regar.
Como orientación puede servir que para un metro cuadrado con unas 20 plantas, levantadas del suelo un máximo de 60cm (maceta incluida) y con sistema de gota a gota, podríamos elegir una bomba de unos 600 l/h como mínimo. Si ese mismo metro cuadrado lleva 20 aspersores en lugar de goteros, 1000 L/h seria lo aconsejable.
Tipos de bombas de agua
Las bombas de acuario suelen ser compactas, de pequeño tamaño, y silenciosas. Están pensadas para funcionar de formar constante en acuarios consumiendo muy poca energía. Resultan ideales para depósitos pequeños, de hasta 100l. Son muy económicas en potencias medias, pero a partir de los 5000l/h empiezan a resultar más caras que los modelos llamados de achique. Las bombas de achique llamadas así por estar pensadas para achicar agua de grandes depósitos como sótanos o aljibes, tienen un tamaño muy voluminoso, resultan mucho más sonoras y tienen consumos importantes. A cambio ofrecen gran potencia (a partir de 7000l/h) y un precio muy asequible dadas las prestaciones.
Para determinados sistemas, ya sea por su gran extensión o características especiales como el cultivo en vertical, estas bombas, en depósitos de al menos 200l, pueden ser la elección más adecuada.
Las bombas de superficie no son sumergibles, se trata de grandes y pesados motores (de hasta varios caballos de potencia) conectados por tubería al depósito de agua del que succionará. En este caso ya no se trata de la cantidad de L/h que pueden llegar a mover, si no de la presión que pueden ejercer. Son muy costosas y el consumos muy elevado (desde 800W). Resultan imprescindibles para grandes sistemas de aeropónico con verdaderos nebulizadores que requieren una gran presión para emitir las micro-partículas de solución que constituyen el entorno radicular de las plantas que crecen sin sustrato.