Filtros de ósmosis
Filtros de ósmosis inversa
Un filtro de osmosis es un aparato con un circuito de filtros (entre 3 y 5) por los que atraviesa el agua del grifo a presión para ir depurándose, hasta llegar a la membrana de osmosis cuyos poros son tan finos que solamente los atraviesa el agua pura. En el proceso de extraer un litro de agua osmotizada sin sales, un filtro puede eliminar entre 2l y 3l de agua de desecho.
La capacidad de un filtro se expresa en L/Dia. Lo normal suele ser que tengan una capacidad de 90 a 150L diarios, pero hay modelos algo más profesionales capaces de producir hasta 400L diarios si la presión es adecuada. Necesitan presión para conseguir que el agua atraviese la membrana de osmosis. La de las ciudades suele ser suficiente pero para casos en los que no sea así, existen equipos con bomba de presión incorporada.
IMPORTANTE: Los pre-filtros que forman el equipo de osmosis se deben cambiar siguiendo las recomendaciones de tiempo del fabricante. Los primeros pre-filtros son económicos y salvan a la membrana de osmosis –que resulta lo más caro del equipo- de inutilizarse por sólidos demasiado gruesos.
El primer pre-filtro de un equipo de osmosis suele ser el que elimina los sólidos tales como arena y otras impurezas. Es el que más a menudo se debe recambiar –entre uno y tres meses- ya que recoge la mayor parte de suciedad. El segundo filtro suele ser de carbón activado y reduce parte de la dureza (calcio y magnesio) y otras impurezas como el cloro añadido. Debe ser cambiado entre los 3 y 6 meses de uso continuado. La membrana es la que realiza el proceso de osmosis propiamente dicho, puede durar entre 1 y 3 años (dependiendo el uso diario que haya tenido) si los pre-filtros son cambiados con asiduidad.